¿Te sientes abrumado? ¡Reprográmate!

Cuando te sientes abrumado, la forma en que actúas puede sacarte de allí o puede sumergirte más y empeorar las cosas. La forma en que reaccionas ante las distintas situaciones hace la diferencia e impacta más que el mismo hecho que te disturba. No es lo que te sucede, sino cómo reaccionas a lo que sucede.

Hay una serie de creencias instaladas en nuestra mente que provocan patrones de comportamiento automáticos y nos llevan a autosaboteamos. Nuestras reacciones obedecen a éstos. Si no tomamos conciencia de estos procesos mentales, no podremos evitar caer una y otra vez en estos cinco errores típicos:

1. Piensas que no tienes tiempo para dedicarte. Deja de esperar un momento ideal y haz algo que te ayude de inmediato, como buscar un terapeuta, tomarte un día libre para descansar o llamar a un amigo. Afila el hacha antes de continuar talando.

2. Desaprovechas tu inconsciente. Tu inconsciente es más poderoso de lo que imaginas; es capaz de atar cabos y encontrar ideas sorprendentes. Seguramente te ha sucedido que cuando dejaste de pensar en eso, llegó «sola» la solución. Haz pausas de recarga. Deja que tu mente divague. 

3. Interpretas que sentirte abrumado es debilidad. Piensas «esto no debería afectarme tanto» y, por el contrario, eres duro contigo y te autocastigas, pospones las cosas o quieres ser más perfeccionista. Te pesa no saber o no estar familiarizado con eso. Cuida no caer en la autocrítica excesiva. Ten diálogos internos más compasivos. Aceptarte no significa justificarte.

4. Caes en enfoques defensivos. Ante la presión, es común ponerte rígido y pierdes flexibilidad. Tus fortalezas no funcionan en esa situación. Ser cuidadoso te puede llevar a pensar demasiado y no actuar. Toma conciencia de tus reacciones instintivas para ni sobre simplificar ni caer en salidas demasiado complicadas.

5. Te alejas de tu sistema de apoyo. Poco a poco vas reduciendo tus interacciones o las mantienes, pero con menor calidez. Pueden ser sutiles: tal vez normalmente le das a tu hijo un largo abrazo cuando viene hacia ti, pero en lugar de eso, ahora le das un apretón rápido para seguir pensando en otras cosas. No pierdas las ocasiones de llenar tu copa emocional cuando más lo necesitas.

Las relaciones positivas contigo y con otros es lo que te puede sacar de ese mal momento.