Si quieres innovar, deja de castigar el error

 

 

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Si quieres innovar, deja de castigar el error

Uno de los errores más comunes que veo en compañías que buscan innovación es que, pretenden que la gente asuma riesgos mientras que se castiga el error constantemente y de muchas formas. Se crean frases y carteles atractivos, pero no se cuidan los comportamientos ordinarios.
 
Las evidencias muestran que casi todos los productos exitosos tuvieron fallas en su proceso de generación. Es bien conocida la anécdota de Tomás Alva Edison que refiere cómo tuvo que pasar por innumerables fallos para lograr sus inventos.
 
Ninguno de nosotros nace sabiendo. El error es conatural a la vida. Nuestras competencias son la resultante de errores que supimos convertir en aprendizajesEl desarrollo personal y profesional ha sido el cúmulo de una larga historia de experiencias prueba-error.  
 
Los líderes en las empresas desean incentivar -con la mejor intención- que se hagan cosas diferentes, pero no se dan cuenta que las programaciones culturales van en sentido opuesto y nuestros patrones sociales de conducta inhiben la pretendida innovación.
 
Hemos sido educados para ver el error y reprimirlo. El error es mal visto y castigado en nuestra sociedad. No haber hecho bien la tarea o saber la respuesta en la escuela era castigado. Se legitima burlarse de quien comete un error, mientras que nos cuesta dar un reconocimiento a quien acierta y posee cualidades.
 
La innovación no florece si en la empresa y en los equipos de trabajo no hay «presupuesto para el error«. Si el jefe regaña al menor fallo de quien lleva adelante un proyecto. Si en la junta de trabajo se tolera que los compañeros se mofen de la idea que se sale de lo establecido. Si lo «bien visto» es premiado por encima de la idea arriesgada.
 
Los seres humanos tenemos una profunda necesidad de seguridad (2° nivel en la pirámide de Maslow). Hemos crecido con deficit en esta dimensión y de forma natural nos cuidamos y evitamos cualquier fallo, porque lo hemos asociado a sus consecuencias negativas.
 
El reto de los líderes de hoy es construir espacios de trabajo seguros, donde cada persona sepa con certeza que cuenta con recursos para aprender y que, si se equivoca, tendrá la oportunidad de aprender. Estos espacios no existen, hay que crearlos. Y cuando se haya establecido este principio de interacción, se rete, se demande y se recompense al aprendizaje continuo.
 
 

Ángel Rivero

 

 

Lectura recomendada: «The 6 most common innovation mistakes companies make», de Scott Anthony, David S. Duncan y Pontus M.A. Siren, en Harvard Business Review (HBR) jun 2015.

 

En colaboración con HBR.