Cómo decir «no» al trabajo excesivo

Decir que «no» cuando tu jefe o un colega te pide que hagas un trabajo adicional puede ser incómodo o hasta imposible, pensamos. No hablamos de la actitud natural de rechazo que sentimos a más carga de responsabilidades, sino al poder rehusarnos ante el exceso objetivo de trabajo.

En nuestra cultura no nos enseñaron a decir «no». Lo asumimos como una descortesía imperdonable. Pero decir «no» es necesario, en función de ser efectivos con nuestro trabajo y para la propia vida.

Sin embargo, hay formas de rechazar una solicitud en forma asertiva -siendo claros y correctos- cuando simplemente no dispones del ancho de banda necesario para más responsabilidades. Aquí hay algunas formas de decir «no»:

• Sé asertivo pero confiable. No aceptes sin haber analizado las cosas, pero di esto que estás considerando. Haz un análisis realista de tus deberes vs. capacidades y, si ves que no es posible, comenta tus conclusiones y deja abiertas las alternativas: qué puedo hacer si y solo sí.

• Da una razón clara. Comienza listando los principales proyectos que tienes asignados e intenta algo como: «Con mi carga de trabajo actual, no creo que pueda cumplir con las expectativas para este proyecto».

• Reorganiza prioridades. Si quien te solicita el trabajo es tu jefe, pídele que te ayude a revisar y, en su caso, cambiar las prioridades actuales para hacer espacio a la nueva encomienda.

• Replantea la conveniencia. Podría decir: “Dado que este proyecto está fuera de mis responsabilidades típicas, no estoy seguro de poder entregar resultados de alta calidad en el plazo deseado. Sin embargo, si acepta que necesitaría un poco más de tiempo para aprender en el trabajo, estaría feliz de aceptarlo”.

• Explica por qué tu “no” es lo mejor. Plantea el contexto más amplio diciendo: “Si bien esto suena como una gran oportunidad y me encantaría decir que sí, si dedicara cinco horas a la semana a esto, mi otro proyecto se vería afectado y mis compañeros tendrían que absorberlo».

«Hablando se entiende la gente» es un dicho sabio, pero es real que no hemos desarrollado la habilidad de debatir ideas para llegar a acuerdos en consenso con los demás, gestionando las diferencias. Podemos seguir aprendiendo.