¿Puedo comprender sin escuchar? | Escucha parte 1

¿Quieres dar a alguien uno de los mejores regalos que jamás haya recibido? Ayúdale a sentirse comprendido. Es común pensar que, por el hecho de yo entender a alguien, éste ya se sienta comprendido. Pero no es lo mismo en absoluto, hay gran diferencia.

Comprender comienza por escuchar y hacer que el otro se sienta escuchado. Esto es ofrecer al otro un espacio seguro donde puede expresarse libremente y en forma integral: puede decir lo que piensa, lo que necesita, lo que siente. 

La escucha es un proceso que va mucho más allá del uno dice y el otro oye. Más que dar o recibir, es intercambiar. La escucha produce uno de los momentos más satisfactorios del ser humano: sentirnos comprendidos.

La mejor manera de entender es escuchar a las personas. Los básicos para escuchar son: escucha sin juzgar, escucha sin interrumpir, escucha sin dar consejos, escucha hasta que se sienta seguro.

Comunicar los sentimientos suele ser difícil a las personas. Un buen oyente entiende eso. Escuchar no es simple, requiere intención, validación y aceptación. La rapidez no se lleva con la escucha. Escuchar requiere dedicar tiempo y tiempo de calidad. La rapidez te hace juzgar (a menudo erróneamente) o entrometerte. 

Escuchar es un arte que se va aprendiendo. Se necesita práctica. Pero cuando lo haces bien, tranquiliza a otra persona; te identifica como alguien fiable, que te esfuerzas por comprender; le demuestras que te importa. Esto construye un vínculo, una relación de calidad.

Preguntas para tu reflexión. ¿A quién puedes ayudar a sentir comprendido hoy? ¿Cuándo fue la última vez que te sentiste escuchado? O ¿cuándo fue la última vez que hablaste con alguien sobre algo que amabas, algo que te molestaba, algo que te hacía sentir triste o frustrado o conmovido, donde sentiste poder decir las palabras que querías decir y pudiste expresar tus pensamientos y sentimientos y éstos fueron interpretados correctamente?

Siempre que te sea posible, valdrá la pena que enfoques tu intención a que las personas con quienes interactúas se sientan escuchadas y comprendidas: amigos. compañeros de trabajo y familia.

En mi siguiente entrega (El Arte de la Escucha, parte 2), continuaré desarrollando el siguiente paso: Tras escuchar, debes hacer que el otro se sienta comprendido.