No resuelvas el problema incorrecto

¿Alguna vez has sido parte de un equipo u organización que encontró la solución correcta para un problema equivocado?

Resolver un problema equivocado es un espejismo, ya que inicialmente se siente como un éxito, hasta que la realidad nos hace tocar fondo para descubrir que todo el esfuerzo y recursos empeñados se fueron a la basura.

¿Qué fue lo que falló entonces? No falló la ejecución del plan trazado, sino que la solución se construyó a partir de un problema mal enfocado y el plan nos condujo a una falsa salida.

Tomemos el ejemplo de lo sucedido a Kodak, para entenderlo mejor. Esta gran empresa llegó a ser la mayor fabricante de cámaras y películas en el mundo. Su fuerza innovadora hizo que su marca se convirtiera en sinónimo de crear grandes recuerdos.

Pero en medio de la revolución digital, Kodak redobló sus esfuerzos para proteger su negocio principal y se centró en facilitar la impresión de fotografías en forma rápida y donde el consumidor podría elegir opciones.

Kodak desplegó sus mejores recursos y resolvió eficientemente el problema equivocado, pues el futuro de la fotografía no estaba en facilitar la impresión de fotografías, sino en compartir fotos en forma más fácil.

En 2012, después de estar en la cúspide por décadas, Kodak se declaró en quiebra. Mientras tanto, ése mismo año Facebook adquiría Instagram por mil millones de dólares.

Cuando nos enamoramos de nuestra solución, somos más propensos a buscar los problemas que nuestra solución puede resolver, en lugar de resolver el problema correcto.

Puedes encontrar los problemas correctos cambiando tu enfoque: construye un nuevo mapa mental para ir de la solución de problemas a la búsqueda del problema. Aquí unos tips es cómo:

• Define el éxito: ten una visión clara de tu objetivo final y cómo se verá.
• Identifica obstáculos: Haz una lista de lo que frena tu meta.
• Identifica oportunidades: Analiza las tendencias que están en el aire, que se conectan y serían afines en alguna forma con tu propósito.
• Prioriza: Enumera los problemas en orden de prioridad.
• Reformula: selecciona el problema principal y pregunta: «¿Qué problema estoy tratando de resolver?» No empieces a resolver el problema. Solamente escribe diferentes formas de verlo.
   

Cuando te enfocas en la solución, te enfocas en una sola forma de ver y resolver un problema. En cambio, cuando te enfocas en el problema, estás en el camino para encontrar las causas de fondo y, entonces, la mejor manera de resolverlo.