Pregunta y pide ayuda, sí se vale

 

 

Managemet Tip

 

 

Pregunta y pide ayuda, ¡sí se vale!

En la cultura laboral prevalece que la gente no pide ayuda porque teme mostrar con ello debilidad, ser percibida como incompetente o que se mofen de ella. Pero la paradoja es que somos seres en desarrollo y sin pedir ayuda no crecemos. 

 

Esta creencia limitante provoca problemas graves en las organizaciones, pero que es silencioso: falta de crecimiento en las personas, equipos que no trabajan de forma abierta, y las capacidades de la organización que no aumentan. Todo reduce su efectividad.

 

Estas ideas nos ayudarán a saber pedir más fácilmente:

  • Preguntar es inteligente. Cuando preguntas estás mostrando honestidad si no entendiste algo, conciencia de la importancia que tiene, y proactividad por tu deseo de aprender. Hemos crecido con el paradigma de que preguntar es de tontos o que pedir ayuda es de ineptos, y necesitamos cambiarlo por este nuevo: ¡preguntar es propio de personas inteligentes!
  • Pregunta inteligentemente. Al hacer una pregunta usa un enfoque proactivo. Hazla poniendo claro aquello que quieres evitar por no tener una comprensión clara del punto, de los factores vinculados que pudieras no ver o del efecto que tal iniciativa tendrá, así como de los factores de éxito que deberás considerar. No te expreses con un insulso, “es que no entendí”.
  • Ten claro lo que necesitas. Si necesitas ayuda con un proyecto, tómate el tiempo para escribir tus metas e identificar tus necesidades. Identifica lo más importante, enumera los pasos a seguir y los recursos necesarios para lograrlo. Haz tu petición en el marco de las necesidades.
  • Pide inteligentemente. Muchas peticiones se estructuran (o redactan) tan mal que son difíciles de responder. Tu petición debe ser específica, significativa (explicar por qué es necesaria), orientada a la acción (pedir que algo se haga), viable (que sea razonable y posible) y acotada en tiempo (di cuándo se necesita). 
  • No personalices la necesidad. Evita expresar tu petición en formato de primera persona, en términos de “yo quisiera” o “necesito porque”. Es mejor proponerlo en términos objetivos, como “es necesario”. 
  • Primero ayuda a los demás. Construye una reputación positiva de tu persona como alguien dispuesto a echar una mano. Por ejemplo, ofrece ayudar con una tarea pequeña o pregunta si a alguien le servirían algunas ideas para su proyecto. De esta forma se irá estableciendo que preguntar y pedir ayuda no solo es normal sino positivo. 

 

 

Ángel Rivero

 

 

Lectura recomendada: «5 ways to get better at asking for help», de Wayne Baker, en Harvard Business Review (HBR) dic 2014.

 

En colaboración con HBR.