Resalta tus fortalezas inteligentemente

Cuando comienzas tu carrera y tienes una experiencia laboral limitada, puede ser difícil ganar credibilidad. Tus compañeros de trabajo no te verán como pieza clave de la organización hasta que demuestres serlo.

Comienza a ganarte el respeto de tus colegas haciendo visible el valor que aportas. Piensa en tus fortalezas: ¿Qué cosas son las que haces mejor? ¿En qué áreas de trabajo de desempeñas con suficiencia? ¿Por qué has sido alabado en el pasado?

No olvides considerar aspectos tu vida personal que suman: es probable que poseas conocimientos o habilidades útiles debido a tu origen geográfico o demográfico. Por ejemplo, lo aprendido en un viaje que hiciste o, bien, si tienes 25 años y trabajas en un proyecto de investigación de mercado, es posible que tengas nuevas ideas sobre las mejores preguntas para las personas de tu edad.

Confiar en tus fortalezas puede ser un punto de partida para que generes credibilidad y respeto dentro de la organización. Por supuesto, hay una gran diferencia entre ser asertivo (afirmar tu personalidad) y ser arrogante. El primero es un atributo de una persona madura y requiere conciencia y sensatez; el segundo es típico de quien posee baja estima personal y busca sobresalir a toda costa. 

Algunas formas de hacerlo. Cuando se trata de logros individuales, puedes decir algo así: «me gustan las lenguas y aprender francés me sirvió para …» o «tuve la oportunidad de hacer tal …». En cambio, cuando se trata de logros colectivos, puedes frasear así: «me tocó colaborar con esto … como parte del equipo que trabajamos en este proyecto».

Conocer las propias fortalezas y saber hablar de ellas con humildad es propio de quien va creciendo y aprendiendo a valorarse. Pero implica romper con los paradigmas de una educación en la que nos enseñaron a minimizarnos. 

Ángel Rivero, PhD

Consultor, Coach y Director general