Recupera el arte de la reflexión … o adquiérelo

El dinamismo de la vida actual hace que todos andemos corre y corre sin tener tiempo para respirar, mucho menos para actividades que nos complementen, nos hagan crecer y nos den calidad de vida. Trabajamos como esclavos para terminar viviendo como esclavos.

Y es un hecho que una vida dedicada a la ejecución, a la sola tarea, provoca un deterioro en nuestros procesos mentales y en la misma capacidad intelectual. Vivir enfocados en el hacer no solo limita posibilidades a la innovación y al desarrollo, sino que deteriora el desempeño mismo. De ahí que los líderes requieren recuperar (o aprender) el arte de la reflexión.

Solo el pensamiento reflexivo es capaz de producir análisis profundo e integral de las cosas: examinar entre líneas, no actuar en base a supuestos, descubrir creencias limitantes, hallar conexiones entre hechos y datos aparentemente sin relación. Solo la reflexión nos permite aprehender en su significado más amplio (asir, aferrar, retener) de manera que las experiencias vividas críticamente nos dejen verdadero aprendizaje.

Las neurociencias se han popularizado cada vez más. Daniel Kahneman, el psicólogo que obtuvo el Premio Nobel al aplicar la psicología a la economía con el modelo racional en la toma de decisiones, en su libro Pensar rápido, pensar despacio (link abajo) ha puesto de manifiesto que hay una correlación negativa entre dos formas de funcionamiento del cerebro: el modo rápido es instintivo y reactivo, mientras que el modo lento es reflexivo y profundo. El primero funciona bien para tareas simples y repetitivas, como conducir el auto; el segundo para análisis complejos. Y funcionan como un switch (interruptor) eléctrico: cuando uno está encendido, el otro está apagado, y viceversa.

La vida de hoy está llena de pensamientos rápidos, reacciones espontáneas, conductas por impulso. Son éstos los detonadores que dan éxito a industrias como las del entretenimiento, la mercadotecnia y publicidad. El problema está en que nos acostumbramos al pensamiento superficial de ese modo rápido.  Andamos en piloto automático y vamos perdiendo los momentos para la reflexión, al punto que hay millones de personas que en la práctica la desconocen o no saben cómo activarla.

Desde los más prominentes CEOs hasta el común de los mortales estamos saturados de actividad, de pensamientos y satisfacciones inmediatas, y así son las soluciones que buscamos a los problemas. El modo «sobreviviendo» en que nos movemos no da espacio al desempeño correcto, a la contundencia y efectividad y, peor aún, cierra toda posibilidad al desarrollo integral.

Personajes, como M. Zuckerberg, B. Gates y W. Buffet, E. Musk, célebres por sus logros, también son conocidos porque cultivan el arte de la reflexión y dedican importantes espacios de tiempo a la lectura. Si leer ya es altamente ilustrativo, leer relfexivamente hace exponencial el resultado. 

La reflexión permite aprovechar al doble las experiencias, cuando al final del día dedicamos unos minutos para reposar los pensamientos y repasar tranquilamente lo vivido, más allá del modo rápido; permite darnos cuenta de infinidad de detalles que, de otra forma, nos pasan desapercibidos en el momento que los vivimos.

Finalmente, seis consejos puntuales que te servirán para ganar tiempo de calidad, para crecer en el arte de reflexionar o iniciarte en éste:

• Agenda tiempo a reflexionar: busca tu mejor hora y y dedícale el tiempo como si fuese una cita de trabajo, hazlo una rutina
• Consígue un coach: apóyate con alguien que te ayude a hacerte preguntas y ver desde varios ángulos
• Haz y mantén una lista de preguntas: como ¿qué podría haber hecho diferente? ¿que haría si estuviese libre de restricciones? ¿cuál será el principal legado que dejaré con mi gestión?
• Evita sobrecargarte de información: selecciona las horas y el tiempo que dedicarás a leer y responder emails y whatsapps
• Visualízate resolviendo problemas: usa la simplicidad y enfócate en la solución
• Crea prácticas grupales que modelen: mesa de diálogo grupal abierto, compartir las agendas de trabajo, no quedarse con la primera solución

Hay un video que resume en forma gráfica el libro de D. Kahneman: 

Ángel Rivero, PhD

Consultor senior, Coach y Director