Cuando el otro la está pasando mal

Todos tenemos días buenos y malos días en el trabajo. Pero qué hacer cuando un colega está luchando por un período prolongado de tiempo, ¿cómo podrías brindarle apoyo?

Hay quien, por no saber qué hacer, acaba por no hacer nada, y el otro puede interpretarlo como desinterés o falta de empatía. No será tan importante lo que digas sino lo que hagas. Al menos hay 7 cosas que puedes hacer, que servirán a quien pasa por un mal momento: 

• Muéstrate cercano. La mayoría de las ocasiones No es lo que digas, sino lo que le hagas. Ponerte al lado del otro, tocar su hombro con cariño, pasarle tu brazo hasta el hombro y estracharlo hacia tí, son gestos universales de cercanía.

• Exprésale tu sensibilidad. Decir alguna frase breve será suficiente para hacer saber al otro que entiendes el momento que pasa. «Hay períodos duros, pero todo pasa». «Después de lo oscuro sale siempre el sol» o «Eres mucho más fuerte que esto».

• Abre la puerta a que hable. Debes ser delicado y solo abrir la puerta para que, si el otro lo desea, pueda expresar lo que siente. Ten presente que el hecho que tú ofrezas escucha no obliga al otro a abrirse. Que el otro acepte depederá de la confianza que haya entre ambos. Se trata que solo señales que hay una puerta. «¿Puedo ayudar?». «¿Te sirve si platicamos?». O si el problema es contigo: «Veo que algo te molesta, ¿lo hablamos». 

• Escucha, no aconsejes. La experiencia nos muestra que el solo hecho de ofrecer al otro la oportunidad de expresar sus sentimientos, hace que se aligere la carga emocional. Al verbalizar sus sentimientos, el otro tendrá la ocasión de poner en orden sus ideas. Escuchar con interés, sin interrumpir, no interpretar a tu modo las cosas, le harán saber que cuenta con un espacio seguro.

• Ayúdalo a reflexionar. Más que dar recomendaciones, ayudas más cuando al final haces preguntas. Ayúdale a ver los ángulos que probablemente no está viendo; a pensar en distintas opciones para interpretar la situación o para que tome acción. «¿No será qué él lo esté viendo diferente?», «¿Qué podría explicar esa forma de reaccionar?».

• Evita decir qué está bien y qué no. Una de las cosas más incómodas es cuando no damos espacio al sentimiento del otro. Obvio que desde tu posición las cosas se ven distintas. No le digas cómo debería sentirse: «No te sientas así», «No debes preocuparte» o «Lo estás haciendo demasiado grande».

• Dale espacio a reaccionar. Ten en cuenta que recuperarse lleva tiempo. No puedes obligar a alguien a sentirse mejor. Las leyes de la física no aplican cuando hay emociones involucradas. Cada uno tiene su tiempo y su modo.  

Siempre vale la pena intentar ayudar a un compañero de trabajo a recperar su estado normal. Esto propicia relaciones interpersonales más nutridoras para todos.