¿Cómo reaccionas al feedback?

Constantemente estamos recibiendo feedback en la vida. Cada vez que interactuamos con alguien, se produce una reacción en él, que expresa de diversas formas: en una frase o en el silencio, en un movimiento corporal o un gesto facial.

El feedback, en tanto que es parte del proceso más básico de comunicación, está sucediendo siempre, lo queramos o no. Pero no siempre estamos atentos a percibirlo, abiertos a recibirlo o dispuestos a aceptarlo. ¿Cuál es tu caso?

Hay quien se cierra cuando recibe feedback o reacciona a la defensiva: negando los hechos, justificando o, peor aún, molestándose por lo que se le dice. Esto no es bueno para nadie: ni para quien busca dar un feedback ni para quien debiera recibirlo; provoca insatisfacción o hasta frustración, se cierra una puerta o se crea distancia entre esas personas. 

Hay dos actitudes positivas ante el feedback. La primera es ser receptivo cuando lo recibes, lo cual no implica que la opinión del otro es necesariamente correcta. Escuchar coon apertura no te obliga a dar por buena la opinión de esa persona; solo a considerarla, pero es la mejor forma de dar espacio a la reflexión. La segunda es ser proactivo y buscarlo; no depender de que te lo den o no. Las personas maduras suelen ser conscientes de la trascendencia del feedback y ellas mismas propician y cultivan que suceda.

Una forma de propiciar la retroalientación es preguntar tras las interacciones relevantes. Es muestra de tener consideración por el otro y una buena manera de verificar la comprensión de lo dicho, pero también su aceptación ante lo expuesto. Y la mejor manera de conocer las expectativas que la otra persona tiene, no siempre manifiestas y dichas expresamente.

Todos quisiéramos ser «monedita de oro»: poseer solo cualidades y que los demás las aprecien, pero esto no sucede así. Así que es normal reaccionar ante quien nos deja ver algo que no le gusta de lo que hacemos. Pero en la medida que nos hacemos conscientes, aprendemos a reaccionar favorablemente.

A nadie le gusta tener errores y que se los digan, pero el feedback es la oportunidad para descubrir cómo construir una mejor versión de nosotros mismos y lograr mejores resultados, a través de interacciones más satisfactorias para los otros y para mí.