Cambia tu reacción automática al estrés

Todos tenemos preocupaciones y pendientes en la vida y el trabajo. Vivir sujetos a presiones es algo cotidiano y que está más allá de nuestro control. Pero si la presión se convierte en estrés, esto depende de cada uno.

Stephen Covey lo explicaba hace años como el Principio 90/10. Decía: no tenemos control sobre innumerables cosas que nos suceden, pero ésas equivalen solo al 10%, mientras que el 90% de lo que vivimos depende de nuestras reacciones. La frase «no es lo que te pasa sino cómo reaccionas a lo que te pasa» resume perfectamente esto. Abajo pongo varios ejemplos.

La buena noticia es que puedes cambiar tu forma predeterminada de reaccionar, con la que desde hace años has venido respondiendo a eventos semejantes. Incluso si eres alguien que se pone nervioso ante la presión, puedes reentrenar tu cerebro para que responda en forma más tranquila cuando ocurra un evento estresante. Esto requiere tres cosas para comenzar:

A) que tomes conciencia

B) que pidas retroaliemtación  

C) que practiques nuevos modos de reacción 

También te servirá hacer una lista de cuatro o cinco eventos estresantes que te hayan ocurrido en el pasado y a los que lograste dar una solución positiva. Por ejemplo, tal vez hayas superado la ruptura de una relación o hayas cumplido un plazo apretado en un proyecto. La próxima vez que sientas que comienzas a angustiarte, recuerda esos logros y la capacidad que tienes para accionar y hallar un camino para salir adelante. Elige una acción, pequeña pero significativa, que puedas tomar para que tu cerebro avance o, incluso, resuelva el problema.

Ejemplos de situaciones y reacciones posibles …

• No tienes control sobre el tráfico en la ciudad, pero sí sobre enojarte o no ante eso y desquitarte con el del auto de al lado.

• No puedes evitar que tu avión se retrase, pero puedes controlar cómo te sientes ante el retraso del vuelo.

• Una persona te hace una crítica en mal tono, pero es una decisión tomártelo personal y molestarte por eso, o no.

• Si pierdes un proyecto o hasta tu empleo de nada te servirá frustrarte, lo mejor es dedicar energías a buscar esa nueva oportunidad.

• Si un buen amigo te contradice, la forma en que reacciones puede determinar que la amistad continúe o que puedas perderla.

• Un joven reprueba una materia y puede reprocharse y hasta reprimirse  negativamente, o planear presentar el examen extraordinario y estudiar.

• Si alguien discute con su pareja puede llegar al trabajo de malas, estar arrollado por las emociones el día entero y hasta hacerle reaccionar mal,  o simplemente dejar la discusión atrás y dedicarse a su trabajo.

• Una joven fue abandonada por su pareja, es su decisión amargarse la vida por esta situación (victimización) o analizar en qué pudo haber fallado (madurez) para no cometer el mismo error y seguir adelante con su vida.

• Una persona a quien han diagnosticado una grave enfermedad puede deprimirse y pasar el resto de su vida lamentándose por ese mal, o dedicar sus energías a un tratamiento y a pasar feliz el resto de su vida.

Ángel Rivero, PhD

Consultor senior, Coach y Director