¿Qué hacer si ése buen empleado renuncia?

Durante el 1T del 2022, cada mes renunciaron 4 millones de personas a sus trabajos y, en este momento, el 44% de los empleados están en busca activa de un nuevo trabajo. Así que es posible que alguien de tu equipo se vaya pronto.

Y puede que no sea la persona que pensabas o esperabas que fuera. Podría ser una sorpresa total y ser un colaborador clave en tu equipo, alguien con quien realmente disfrutas trabajar y con potencial en la organización. ¿Qué harías si esto te sucede?

Si bien hay varias cosas que no debes hacer, como tomarlo personal, menospreciar su nueva oportunidad o hacerle sentir culpable (entre otras), hay 6 cosas clave para responder en manera constructiva ante esta posibilidad:

Date un break para asimilarlo. Primero, tómate un momento para digerir la noticia. Está bien mostrar que estás sorprendido o decir algo como “Vaya, no me esperaba esto”. Lo último que debes hacer es reaccionar impulsivamente y decir algo que deje a la persona con una impresión negativa de ti o de la organización.

Siente y gestiona tu reacción. Respira y trata de discernir con precisión qué es lo que estás sintiendo. Poner nombre a nuestras emociones es el primer paso para gestionarlas. Trata de ser lo más específico posible. Puedes sentirte frustrado, traicionado, molesto y hasta decepcionado, o simplemente triste. Tomar conciencia de tu emoción te ayudará a procesarlo mejor y responder de manera más constructiva. Al no ser consciente de estos sentimientos, es fácil que algo se escape algún comentario que lastime. Está bien decir: “Me entristece mucho que te vayas, pero parece una gran oportunidad. Nos vas a hacer falta».

Despersonaliza la noticia. Cuando nos sentimos heridos o traicionados por una partida así, es porque nos tomamos la noticia como algo personal. Si bien siempre podemos mejorar nuestro liderazgo, su partida no es una declaración sobre tu valor como persona o profesional, por lo que es mejor poner el ego a un lado. Tu colaborador puede irse por una mejor oportunidad de desarrollo, una mejor compensación, por razones personales o todo lo anterior. Es su carrera, así que respeta su elección. Está mostrando lealtad hacia ellos mismos, no deslealtad hacia ti. 

Muestra interés y mente abierta. Deja ver tu curiosidad genuina en saber por qué se va y qué planea hacer. ¿Qué puedes aprender que te beneficiaría a ti y a otros en el futuro? Podrías preguntar: «¿Qué podemos hacer para convencerte de que te quedes?» En ese momento, la respuesta puede ser nada, ya que es probable que hayan aceptado otro puesto. Hay organizaciones dispuestas a contratar con una compensación y proyección mucho más alta. Mientras que muchas otras organizaciones mantienen políticas rígidas para el crecimiento del talento interno. Es la oportunidad de revisar los tabuladores internos y, sobre todo, las formas rígidas de retención. 

Y aunque lo anterior no funcionara, cabe preguntar: «¿Qué más podríamos haber hecho para retenerte?» o “¿Qué es lo que más te atrae o te emociona de este nuevo trabajo?” Su respuesta puede estar relacionada con un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal, trabajar en forma remota, una cultura más inclusiva, un reto nuevo con más responsabilidad o poder tomar decisiones. Todos estos son comentarios útiles para ti y la organización, para que estas áreas de oportunidad puedan valorarse para el futuro del resto de los empleados.

Muestra tu solidaridad. Es importante mantener relaciones de trabajo positivas con los empleados que se van, así que muestra tu apoyo a su decisión y permite que se vaya tranquilo. Después de todo, es posible que necesites una referencia positiva de él un día. Recuerda que un ex-empleado representa la marca de la empresa y puede ser un futuro cliente o referencia para otros. Además, dejas la puerta abierta para que pueda regresar. Así que celebra sus contribuciones y pregúntale cómo puedes ayudarle en su nuevo rol.

Alineen las necesidades de ambos. Cuando la persona avisa, es probable que tenga en mente una fecha de finalización puntual. Así que cuida escuchar su necesidad, en balance con lo que necesitas también de su parte antes de partir, para garantizar una transición sin problemas. Puede implicar dar y recibir y esto podría incluir concluir un proyecto específico o un conjunto de tareas, capacitar a otros para que asuman estas responsabilidades o incluso contratar a su reemplazo.

La separación de una experiencia de trabajo no tiene por qué ser el fin del mundo y, menos aún, el fin de una relación.