Trata a las personas con amabilidad como norma de vida

Todos queremos vivir y trabajar en un lugar donde seamos tratados como personas. El trato amable es primer fundamento para construir confianza y elevar motivación y desempeño. 

Si este ambiente no existe, puedes desde cruzarte de brazos hasta lamentarte o, bien, comenzar a construirlo.

No puedes esperar tu equipo se comporte de esa manera sin que lo fijes claramente como meta e inicies a modelar la calidad en las relaciones. No puedes esperar que te traten así si tú mismo no haces la diferencia. ¿Qué hacer?

Este proceso comienza cuando entrevistas a los candidatos al equipo: díles que su equipo valora la cortesía, para que puedan optar por trabajar para una organización donde esos valores son apreciados.

Habla con los miembros del equipo sobre qué significa amabilidad y pongan en claro los beneficios que trae. Luego, definan los comportamientos que visibilizan el trato amable. Finalmente, fijen las normas que todos deberán honrar a diario.

Compila esas normas en un «código de civilidad», que sus empleados pueden utilizar como guía. Una vez que se establezcan las normas, refuérzalas en reuniones de equipo, en eventos importantes y mediante recompensas.

Estas conversaciones y esfuerzos son simples de implementar, generan aceptación y empoderan a los empleados para que se responsabilicen unos a otros por un comportamiento realmente cívico.